Datos personales

Salto, Buenos Aires, Argentina
Nací el 9 de Noviembre de 1982, estudio Profesorado para tercer ciclo de la EGB y Educación Polimodal en Matemática, en el Instituto Superior de Formación Docente y Técnica N°126.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Sócrates y los sofistas


DIFERENCIAS


                      SÓCRATES                                                             LOS SOFISTAS
·         Utilizaba un pequeño diálogo denso y preciso (pequeño discurso), para llegar a la verdad.
·      Daban conferencias y debates (gran discurso), con el fin de persuadir y llegar al éxito.

·         Creía en los derechos de la libre conciencia individual, que considera los deberes morales y políticos.
·         Era necesario persuadir a los hombres de la existencia de divinidades para evitar que cometan actos considerados malos, ya que a las divinidades no se les oculta nada y estos podían castigarlos
·         Buscaba la verdad y la justicia.

·         Buscaban el éxito.
·         Afirmaba que la virtud no se podía enseñar desde afuera, no se podía transmitir con palabras, sino que se debe exteriorizar( ya que todos la tenemos embrionariamente, dentro de uno mismo), a través de una oportuna acción educativa
·         Pretendían enseñar la virtud. Pero solo enseñaban  el arte de gobernar (hacer carrera para lucirse en asambleas), sirviéndose de la demagogia y la violencia. 
·         Nunca enseño por dinero.
·         Cobraban altos honorarios por su instrucción superior
·         Utilizaba la mayéutica como un momento de enseñanza ayudando al interlocutor a expresar verdades formadas en su interior y solo hay que  volverlas explícitas.
·         Creían en la educabilidad humana





RESUMEN: SÓCRATES Y LOS SOFISTAS


Los sofistas eran auténticos profesores itinerantes, surgidos en Atenas,  que iban de ciudad en ciudad. “Sofista” es el que hace sabios a otros, el que instruye o adoctrina. Las doctrinas que ellos enseñaban o divulgaban dependían del desarrollo político y social de la polis.
 La educación tradicional ya no era suficiente en el período de máxima expansión de la democracia. Los sofistas respondieron a la demanda de una instrucción superior quienes por impartirla cobraban honorarios muy altos.
Nacen por la necesidad de lograr un aprendizaje oratorio (habilidad de persuadir con palabras), fueron los fundadores de la educación liberal, ya que pretende liberar a los hombres de todo prejuicio, por lo que se llamó humanismo sofístico (se ocupaba del hombre, de la sociedad y sus problemas).
A ellos se les atribuye la introducción del currículo educativo, de las disciplinas denominadas las “7 artes liberales”, divididas en el trivio (gramática, dialéctica y retórica) y cuadrivio (aritmética, geometría, astronomía y música). Formaban personalidades completas y abrían las mentes a todo lo conocible de su tiempo. Sus cursos se impartían a base de conferencias y debates sobre temas fijos o improvisados. También se les atribuye la ampliación del concepto griego de PAIDEIA que de simple educación de los niños llega a significar cultura en general, ya que la educación del hombre es sin límites de tiempo. Creían en la educabilidad de la naturaleza humana.
Pretendían enseñar la virtud: para que su aprendizaje fuera firme debían concurrir naturaleza, ejercicio y conocimiento (trinidad pedagógica). Además enseñaban el arte de gobernar (hacer carrera), para lucirse en asambleas.
Buscaban  persuadir a los hombres de la existencia de divinidades para que no cometan actos considerados malos, ya que a ellos no se les puede ocultar nada, por lo que podrían ser castigados.

La sofística fue un movimiento cultural, aprovechaba las filosofías elaboradas precedentemente para examinar y criticar a la luz de la pura razón humana, los mitos, las creencias y sobre todo las instituciones sociales y políticas (denominada ILUSIÓN  SOFÍSTICA).

Sus representantes fueron:

·      Protágoras de Abdera: Utiliza la dialéctica en la práctica pedagógica, por esto,  los jóvenes de su escuela se vuelven hábiles para sostener tesis contrarias sobre los mismos argumentos.
         Distingue entre opiniones útiles y dañosas (no hay opiniones ciertamente correctas) por lo        que reduce la verdad a la opinión individual.
·           Anaxágora: Tiene una fe profunda en el hombre, (por lo que no sabe sobre la existencia de los dioses), y en el progreso de la humanidad mediante artes y ciencias. Afirma que la vida democrática es la más satisfactoria.
·           Gorgias: afirma que nada existe (solo hay apariencias y no una realidad). Es considerado el maestro de la retórica, el cual la consideraba  como el arte de persuadir del que depende la fortuna política de los individuos. Pero la retórica es el arte de lo verosímil, de lo generalmente aceptado, por lo que para darle una amplia posibilidad de acción es necesario deshacer la leyenda de una verdad absoluta e inmutable.
·           Pródico de Ceos: Escribió un ensayo sobre sinónimos ocupándose de los problemas gramaticales.
·           Hipias de Elis: En él predominó la influencia pitagórica, por lo que persiguió un ideal educativo destinado a desarrollar el conocimiento en todas las direcciones, sobre todo en el campo de las mathemata pitagóricas. Sostenía la utilidad de las mnemotecnia (arte de recordar exactamente de memoria varias cosas o varios discursos). Abogaba por un ideal enciclopédico del saber, por el cual fue acusado de polimatía.



  Sócrates  de Atenas (470 A. C. – 399 A. C.), hijo de un escultor y una comadrona, fue el hombre que reacciono con toda sus energías contra la perversión de la sofística, en defensa de lo que hoy llamaríamos los derechos de la libre conciencia individual que considera con seriedad sus deberes morales y políticos. No escribió nada, los que escribieron las doctrinas  socráticas fueron sus discípulos. Fue acusado de corromper a los jóvenes y de enseñar creencias contrarias a la religión del estado (procesado defendió su misión educativa declarando que no la descuidaría en interés de los ciudadanos), y condenado a beber cicuta. La que bebió serenamente luego de haber discutido sobre la inmortalidad del alma.
Nunca enseño por dinero. Las formas de enseñanza socrática se trataba de una búsqueda colaborativa o asociada de la verdad, que debía rematar en un concepto (saber válido para todos y que se puede poner a prueba y demostrar).
Se ocupaba de las cosas morales y se desentendía de la naturaleza entera; en aquellas buscaba lo universal y fue el primero en fijar el pensamiento en las definiciones (delimitaciones precisas de su ámbito de significación que determinan los conceptos). Para llegar a ese punto se detenía con frecuencia a examinar toda una serie de casos particulares remontándose al final a una consideración más amplia y general: es decir razonaban por inducción o por el método inductivo. Deseaba fundar  una ciencia de la moral (el bien personal y del estado).Para él:
El intelectualismo socrático: conocer de verdad el bien y realizarlo (“nadie se equivoca voluntariamente”).
El utilitarismo socrático: lo verdaderamente útil y el verdadero bien coincide para cada uno de nosotros.
Eudemonismo socrático: solo en el ejercicio de la virtud y no en la simple búsqueda de placeres fragmentarios reside la autentica felicidad.
Sócrates se preocupaba de los problemas del hombre. Tenía un profundo sentido de la interioridad utilizando el lema “conócete a ti mismo”. Según él  la virtud no se podía enseñar desde afuera, no se podía transmitir con palabras, sino que se debe exteriorizar (ya que todos la tenemos embrionariamente, dentro de uno mismo), a través de una oportuna acción educativa, la cual se articula en dos momentos, uno de ellos es la ironía, que se realiza con el objetivo de que el interlocutor se confiese ignorante (lo que es el primer paso para la sabiduría), por lo que Sócrates abre el dialogo con grandes declaraciones de ignorancia y elogios a la sabiduría del interlocutor; pero al final se pone de manifiesto que el único sabio es Sócrates, que por lo menos sabe que no sabe, mientras el interlocutor creía saber sin saber realmente nada, puesto que sus opiniones han sido refutadas (método dialéctico); el otro es la mayéutica (arte de la partera), mediante el cual Sócrates ayuda a sus interlocutores a iluminar y expresar verdades que él no les ha formado ni puesto en la mente, sino que han madurado en su interior y solo hay que volverlas explícitas y evidentes. Hoy en día esta  se sigue utilizando como método educativo que funciona haciendo preguntas al alumno para que este llegue por sí mismo a las conclusiones.

Influencia de Sócrates en las escuelas menores:

·         Megárica: Su fundador fue Euclides de Megara, pretendía fundir la enseñanza socrática con la de Parménides (solo es válido el conocimiento dado por la razón). 
                                   Esta reunía la universalidad del bien y la eterna inmutabilidad del                                               Ser.
·         Cirenáica: Fue fundada por Aristipo en Cirene. Identifica el bien socrático con el goce y transforma en árbitros a los sentidos. Advierte que hay que contentarse de lo poco que ofrece el presente para no convertirse en esclavos de la búsqueda de placeres futuros.
·         Cínica: Su fundador fue Antístenes, quien era enemigo de la universalidad (existen solo hombres individuales) y niega todo valor al placer, excepto el de las cosas más sencillas y naturales. Se proclamaban ciudadanos del mundo y despreciaban toda potencia terrenal, pero no a criminales y desvalidos.

Discípulos de Sócrates:

·           Jenofonte: en su obra el económico tomó de Sócrates motivos éticos-religiosos y un profundo sentimiento humano. Se preocupó por la mujer y el esclavo.
·           Isócrates: Es el verdadero fundador de la educación de tipo predominantemente literaria. En su plan de estudios, la enseñanza primaria y media es igual a la tradicional aunque ampliada y perfeccionada y comprende tambien un poco de matemática, culmina en un ciclo de educación superior de nuevo tipo, basada en el estudio y la práctica de la expresión oral y escrita.

Sofismo en un comienzo era considerado deshonroso, pero al irse degenerando este movimiento, llegó solo a tratarse en un medio lucrativo. Manipulando a la sociedad griega con argumentos relativos y hasta con falsas nociones tan solo por obtener alguna utilidad material.
Gracias a su preparación e influencia el sofista fue considerado como la imagen intelectual y carismática del saber. Siendo apreciado por gran parte de la élite social ateniense.
Fueron precursores del exagerado uso de la opinión no importando sí estas opiniones fueran absurdas y sin fundamento real. Provocando grandes daños a la educación y formación de los jóvenes griegos.
En la actualidad vemos reflejado en gran manera el movimiento sofista. Sobre todo cuando percibimos como se publican conferencias, libros, artículos y demás mercancía con apariencia de desarrollo personal. Los cuales con gran uso de argumentos sentimentales y alejados de todo conocimiento verdadero se convierten en excelentes redes pera lucrar con la sociedad. Sin importar si en realidad ayudan a superar a las personas sino simplemente a obtener fama, dinero y poder.
Para el sofismo el saber tiene una finalidad lucrativa, siendo para el filósofo un camino hacia la plenitud humana.



Sentido etimológico del término “educar”.


El término “educar” tiene una etimología ambivalente, pues puede proceder tanto de educare como de educere, Términos latinos que guardan a su vez una gran riqueza significativa. Educare significa “criar, cuidar, alimentar, y formar o instruir”; está emparentado con ducere, que significa “conducir”, y en la voz pasiva significa “crecer”. Educere significa “sacar o extraer, avanzar, elevar”. Lejos de ser ambiguo, manifiesta la pluralidad de dimensiones operativas que encierra la educación. Su significado no es vago o confuso, sino al contrario, rico en precisiones y referencias.

La educación no es tanto “poner dentro”, sino más bien  “sacar fuera”, o sea, extraer; lo cual supone que hay algo en el educando, objeto de la acción del educador, cuya actualización le da sentido.

Educar tiene un sentido integrador y de integridad, pues así lo reclama la naturaleza humana compuesta de materia y espíritu; no cabe atender separadamente el desarrollo del cuerpo y de la mente, ni a sus diversas potencias o capacidades operativas; la unión sustancial que define al ser humano comporta que la educación sea integral: del ser humano entero.

                                                       

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